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09 noviembre, 2013

Vivir de la Luz. (Documental)

"Llevo nueve años sin comer alimento sólido alguno"


Me han dicho que usted no come.
No me gustaría centrar la charla en eso.

¿Es un yogui?
Practico yoga desde niño. Me enseñaron mis padres: siendo veinteañeros dejaron la ciudad para vivir en el campo y cultivar sus propios alimentos. Y allí nacimos sus diez hijos.

¡Diez!
Decidieron dejar a la naturaleza seguir su curso… Sin anticonceptivos. ¡Y sin televisor!

¿Qué les llevó al campo?
Las ansias de vivir con conciencia y fieles a la naturaleza. Se hicieron vegetarianos, y así nos criaron.

¿Nunca ha comido carne?
No. En casa somos veganos: ni comemos ni usamos nada de origen animal, nada que provenga de algún sufrimiento animal.

Por ejemplo...
No montamos caballos ni usamos animales para labrar. Ni usamos cosméticos que hayan sido testados con animales.

Pues sepa que el ser humano es omnívoro y que hemos comido mucha carne.
Muy poquita mientras fuimos nómadas cazadores- recolectores. Y justamente desde que somos sedentarios y ganaderos empezaron los problemas de territorialidad, las guerras… ¡Comer carne trae desgracias!

¿Cuántas más?
Dedicar enormes extensiones agrarias a cultivar pienso para ganado: ¡miles de personas podrían comer con esos vegetales!

¿Algún otro perjuicio de la carne?
Medioambiental: la ganadería contamina tierras, aguas y aires, cada vaca expele 500 litros de metano a la atmósfera con sus ventosidades, ¡y es un gas muy venenoso!

Así, creció usted como yogui vegano...
Sí, fue así hasta hace nueve años. En ese momento empezaron a llamarnos locos...

¿Locos? ¿Por qué?
Mi madre empezó a seguir los ejemplos de Teresa Neumannn, de Paramahansa Yogananda, de Jasmuheen, de Giri Bala…

¿Quiénes son esas personas?
Personas cuya toma de conciencia les dota de tal dominio de su metabolismo, que pueden prescindir de ingerir alimentos sólidos.

Repita esto: no sé si le he entendido...
Que son personas que no comen nada. Mi madre siguió el preceptivo retiro iniciático, que incluye ayunar 21 días seguidos.

¿Y cómo quedó su imprudente madre?
Muy contenta, feliz, serena.

Eso es imposible: si no comes, mueres.
Mediante un cambio de tus estructuras de conciencia, puedes conseguir un cambio de tu memoria celular.

Eso es palabrería, lo lamento.
Yo llevo nueve años sin comer alimento sólido alguno. Sólo me tomo cuatro zumos de frutas por semana.

No me lo creo: no le veo nada famélico.
Entiendo que no me crea, porque esto es algo muy raro. Pero que yo no coma alimentos sólidos... no significa que no me nutra.

¿Y de qué se nutre? ¿De esos zumitos?
De prana: es la energía sutil en que estamos inmersos, está en todas partes, en los átomos... Una meditación activa, un estado de conciencia atento, presente, observante, ¡permite captarla y nutrirse de esa energía!

Yo no jugaré con mi salud ni moriré de inanición: ¡su discurso es insostenible!
Hablo para buscadores de paz interior, no de hacer un ayuno ni de adelgazar, ¿eh?

Seguro que adelgazas si no comes, ¡pero también entras en coma y mueres!
Tras los primeros 21 días yo perdí seis kilos, pero a los tres meses de nutrirme de prana ya había ganado siete kilos.

Déjese de locuras: tome esta aceituna.
¡No! El otro día estaba trabajando en el campo con unos campesinos y me ofrecieron unos buñuelos de batata y mañoca: tuve que aceptarlos para no desairar su hospitalidad.

¿Estaban sabrosos?
Mucho, mucho...

¿Lo ve, qué bien? ¿Qué dice la ciencia?
Algunos médicos están investigando a personas como Hira Ratam Manek, que llevan años sin comer, o a Pralad Jani, de 80 años, que no come nada desde los 10 años.

¿Y qué pasa con sus intestinos, eh?
Se atrofian algunas funciones de absorción y las excretoras, pero siguen secretando sustancias hormonales reguladoras.

¿Hace usted proselitismo de esto?
No. Sólo hablo de búsqueda de autoconocimiento. Enfatizo en esto: no se trata ni de engordar el ego ni de adelgazar el cuerpo, ni de sanar enfermedades ni de un ayuno.

¿Y conoce a muchos buscadores?
Unas 500 personas lo han practicado en Brasil, bajo mi asistencia y la de mi familia. ¡No aconsejo hacerlo solo! El 10% desiste a los pocos días, y el resto sigue hasta los 21 días. Pero sólo un 5% persevera después.

¿Nadie les ha denunciado por esto?
Evelyn, una lectora de la obra de Jasmuheen, salió en televisión diciendo que vivía de luz, y otra mujer quiso imitarla... y murió. Su esposo denunció a Evelyn por incitación al suicidio. No sé cómo va el proceso…

Serán vistos como secta peligrosa...
Yo sólo formo parte de un grupo de personas cuyo propósito es acceder a un estado de conciencia de felicidad constante.

Si un día tiene un hijo, ¿qué le dirá?
No le diré que no coma, sólo que sea feliz.

Yo me siento feliz mientras comparto con amigos una buena comida y un vino.
Pues yo confío en que un día nos baste con compartir arte en vez de comida.


Publicado en: http://www.lavanguardia.com/lacontra/20110728/54192074989/llevo-nueve-anos-sin-comer-alimento-solido-alguno.html#.Un57jlIFK8U.blogger



17 octubre, 2011

SunGazing (ó mirar al sol)


Sun Gazing  El SunGazing (ó mirar al sol) es una técnica tan sencilla que puede explicarse en muy pocas líneas: usted mira el Sol en un horario seguro, el primer día diez segundos solamente, y luego va sumándole cada día diez segundos adicionales. No es una práctica que tenga que realizarse durante toda la vida .Sólo se realiza como máximo durante un período de 270 días de forma regular o irregular. Decimos esto porque habrá días en que estará nublado, o en que por cualquier razón no podremos hacer la práctica. Esto no debe preocuparle. Algunos días fallará usted, otros fallará el Sol. Si está algún día sin hacerlo, se retoma al día siguiente desde el punto donde lo dejó. No pasa nada.

 Si usted hace SunGazing durante 270 días – lo que toma 111 horas en total –ya habrá completado la práctica: su cuerpo se habrá convertido en un chip solar y entonces ya no es necesario seguir con la práctica. Más adelante si desea seguir haciendo SunGazing por gusto, lo puede hacer aunque ya no será necesario.

Mirar al sol durante la franja de tiempo segura es sencillo y los resultados son fantásticos. No es peligroso. Los primeros rayos de sol de la mañana y los últimos rayos de sol de la tarde son más beneficiosos que la TV y que los ordenadores. La franja ‘segura' es beneficiosa para la salud en general e incluso para los ojos. Se obtiene salud perfecta para mente, cuerpo y espíritu. Se experimenta un incremento de la memoria y de la inteligencia. El proceso de envejecimiento se hace más lento, uno se halla en el camino hacia la iluminación. Es como si se estuviera viviendo ‘el cielo en la tierra'. Uno se libera de toda enfermedad en esta vida.

 Se distinguen claramente tres fases, de tres meses cada una, dado que una persona quizás no tenga el objetivo de alcanzar una realización espiritual, con lo que el proceso se acorta. Al final de los tres primeros meses, que corresponden a 15 minutos mirando al Sol, la persona consigue una salud mental perfecta. Ello es previo a cualquier sanación del cuerpo y a cualquier camino espiritual. Tras esos tres meses la persona se desprende de sus inseguridades, miedos, depresiones, celos, envidias, etc. Al conseguir esto, la mente deja de bombardear al cuerpo con negatividad, y ello hace posible que en los tres meses siguientes el cuerpo consiga la salud física. Practicando SunGazing desde el tercer mes hasta el sexto, siguiendo como siempre con la progresión de diez segundos diarios, al final del sexto mes usted estará mirando al Sol treinta minutos y sus problemas físicos habrán desaparecido. Antes se creía que las neuronas no se podían regenerar, pero el resultado de cientos de análisis aplicados a personas que miran al Sol ha obligado a cambiar estas conclusiones. Efectivamente, con el SunGazing las neuronas se multiplican, se fortalecen, se regeneran. Nuevamente, pasados 6 meses, puede, si lo desea, dar por acabado su proceso. A los seis meses de práctica , que coincide con que se está mirando al Sol 30 minutos, todas las células del cuerpo empiezan a almacenar energía del Sol. Se convierten en células fotovoltaicas; son como un panel solar. Más allá de los seis meses, la energía del sol es muy bien recibida por las células, que están capacitadas para almacenarla, sus células estarán capacitadas para absorber directamente la energía del sol. Su cuerpo se habrá vuelto un panel solar. Tras los nueve meses usted sólo necesitará seguir un mantenimiento.

Lo invitamos a vivir esta maravillosa experiencia, y a conocer más detalles leyendo la Conferencia de Barcelona del 18/04/09, demás entrevistas y viendo los videos


Entrevista a Hira Ratan Manek

Hira Ratan Manek - SunGazing -1- Traducción consecutiva (Metze)

 

Hira Ratan Manek - SunGazing - 2

 
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